Los orangutanes de brazos largos y pelaje rojizo
¿Un simio? ¿Un mono? ¿Cuál es la diferencia entre ellos?
Aunque parezca increíble los orangutanes son más fáciles de diferenciar de lo que pensamos. Los monos tienen cola, mientras que los simios no; además éstos caminan más erguidos que los monos aunque usan las 4 patas y son de mayor tamaño y con un cerebro más desarrollado. Si lo que deseas ver son monos, será mejor que eches un vistazo a los árboles, ya que a diferencia de los simios, pasan mucho tiempo en las alturas y rara vez descienden al suelo. Dentro de los simios, podemos encontrar orangutanes, gorilas, chimpancés o gibones, mientras que por ejemplo los macacos son monos a los que se les distingue por sus largos brazos, más útiles para moverse por los árboles que para andar como los humanos.
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Pero si aun así os cuesta “ponerles cara” podéis pensar en Rafiki el mono del Rey León; en Abu el macaco gracioso y ladrón de Aladín y en el Rey Lui, el orangután bailón del libro de la selva... Todos ellos primates, pero pertenecientes a especies diferentes.
Dejando a un lado la fantasía y centrándonos en Borneo como una de las principales reservas de la biosfera del planeta, podemos deciros que aquí encontraréis ejemplares de todos los tipos; los monos narigudos presentes en el Parque Nacional de Bako, los macacos de cola larga y los orangutanes.
El término “orang” significa hombre y “hutan” del bosque. Los orangutanes son los mamíferos arbóreos más grandes que existen y raras veces descienden de los árboles, a diferencia de sus parientes más cercanos, los chimpancés y los gorilas. Son más antiguos que éstos y el macho adulto es muy distinto a la hembra, llegando a pesar más de 120 kg y medir unos 2 metros de altura. Además de que el macho suele vivir sólo, se distingue por sus enormes cachetes y por la bolsa que le cuelga del cuello y que le sirve para llamar a las hembras o defender su territorio a través de un sonido parecido a un aullido.
El Orangután es una especie tremendamente pacífica e inteligente. Pueden llegar a vivir 40 años en libertad y son nómadas, ¡les gusta explorar el territorio! Los grandes simios rojos, únicos de esta zona del mundo, de las islas de Borneo y Sumatra, son aquí los reyes de la selva, la especie más simbólica y famosa, pero también una de las más amenazadas por la deforestación, la caza ilegal y el tráfico de animales.
Aunque en muchas ocasiones Borneo se asocia con la imagen del Orangután, hay que decir que estos animales permanecen ocultos en la selva y no siempre puede garantizarse su avistamiento. No obstante, gracias a la cultura responsable y ecologista de los habitantes de la isla, cada vez hay más centros de conservación y protección de estos simios que se ocupan de su recuperación e inserción en su hábitat natural.
Sarawak es uno de los lugares donde se encargan con especial mimo de estos animales, así la Reserva Natural de Semenggoh es una de nuestras favoritas para ver orangutanes en semi-libertad; muy cercana a Kuching (capital de Borneo) a unos 45 minutos, los encargados del recinto se ocupan de alimentar y cuidar a unos 30 orangutanes que por diversas razones no pueden sobrevivir por sí solos en la selva. En el Parque Nacional de Batang Ai, también accesible desde Kuching, podemos observarlos en su entorno. Rodeados de una flora endémica y respetados por sus cohabitantes, los Iban, es una experiencia que merece la pena vivir. Un poco más alejado y ya en la provincia de Sabah también podéis acercaros a Danum Valley, un destino aún bastante desconocido donde los orangutanes viven en libertad y disfrutan de un entorno agradable en su propia naturaleza.