Malasia se ha ido creando a los largo de los años, gracias a cada una de las culturas y pueblos presentes en su territorio. Su posición geográfica estratégica la convirtió en un punto de interés para las actividades comerciales e internacionales.
Por suerte, aún quedan vestigios de cada una de las épocas por las que ha pasado este país. Como primeros asentamientos destacan los Senoi y los Orang Asli, comunidades descendientes de inmigrantes pre-malayos que aún hoy viven en los bosques alejados del confort material y bajo una cultura espiritual que los identifica.
En poco tiempo los Chinos, procedentes de lo que hoy se conoce como Indonesia, y los Indios, se fueron asentando en el país y fundaron reinos que basaban su existencia en el comercio agrícola y pesquero.
Ciudades como Malacca recogen esta fusión de culturas, que poco más tarde se completaría con la llegada de los Europeos a la zona. Portugueses, Holandeses y Británicos se disputarían el poder y suculento mercado de las especias durante el S. XVIII. En 1786 El Reino Unido fundaría su primera colonia peninsular con el nombre de Penang, cuya capital, Georgetown expresa perfectamente el patrimonio colonial británico de esas fechas. En 1824 tras la firma del Tratado anglo-neerlandés, el país como se conocía hasta entonces, quedaría dividido entre el imperio británico y el holandés.
A pesar de las luchas constantes de los europeos y posteriormente también del Gobierno japonés, por hacerse con el control del país malayo, los nativos de la zona lucharon por su independencia, y tras la finalización de la segunda Guerra Mundial, consiguieron formarse como Estado Independiente el 31 de Agosto de 1957.
Las colonias de Malasia, Singapur y Sabah (Borneo del Norte británico) se unieron también a esta idea de independencia y formaron la Federación de Malasia en 1963, pero los conflictos políticos llevaron a Singapur a salir de la nueva federación en 1965.
Desde 1970 Malasia estuvo gobernada por la "coalición del Frente nacional", liderada por la Organización Nacional Unida de los Malayos (UMNO por sus siglas en inglés). El crecimiento económico y el apoyo al uso de la lengua malaya, ayudó a reducir el descontento político de la población.
Tunku Abdul Razak, lugarteniente de Tunku Abdul Rahman, cogió la dirección del partido y del gobierno y continuó una política de estabilidad. En las elecciones de 1974 consiguió más de dos tercios de los diputados y el control de los 13 estados, pudiendo modificar así algunos puntos de la Constitución pero dejando intactos los temas más sensibles como la abolición de los sultanatos, la posición de los malayos o la ciudadanía por no malayos.
También instauró la polémica “Nueva Política Económica” que tenía como objetivo erradicar la pobreza en las zonas rurales y aumentar la situación económica de los pueblos indígenas. La economía creció sustancialmente durante los años 1980 y 1990 con la expansión de los sectores industriales y de alta tecnología. Se pusieron en marcha enormes proyectos, incluido el Multimedia Super Corridor (MSC), Kuala Lumpur International Airport, la presa hidroeléctrica de Bakun y las Torres Petronas.
Al igual que otros países de Asia, Malasia fue sacudida por la crisis financiera de 1997, pero la economía, una vez más, ha seguido creciendo en el nuevo milenio.